El silencio de la locura
Lo que crea la diferencia en los últimos años entre ambos centros psiquiátricos va más allá de la arquitectura del espacio y del estado de sus instalaciones.
La Dra. Chus Gómez, una de las líderes que impulsaron las denuncias en las que exponían lo que allí ocurría, solicitando el cierre de Toén y su posterior traslado, es la actual jefa de sección del hospital psiquiátrico de Piñor.
Dra. Chus Gómez: “La mayor parte de mejoras en los derechos de los pacientes en los últimos tiempos son gracias a las importantes reivindicaciones y a la lucha que ellos mismos han realizado. No son tanto de una cuestión de grandes avances psiquiátricos, que no ha habido”.
Antiguo cartel en la entrada del Hospital
Imagen: Carlos Bermello
Todo lo que rodea lo psíquico es tan subjetivo y propio de cada uno que queda excluido del ámbito científico. La ciencia se encarga de buscar soluciones generales que sirvan para una amplia mayoría, algo a lo que la locura no se puede adaptar. Por ello, lo que buscan en el actual hospital psiquiátrico de Piñor es un tratamiento y acompañamiento más individualizado.
Marcar la diferencia
La vida en el centro está repleta de actividades que ayudan al paciente a mantener activos mente y cuerpo.
Realizan excursiones, cuentan con talleres de baile y de terapia ocupacional dedicados a la creación artística y la pintura entre los que se encuentra ‘Arte Espida’ del cual hablaremos más adelante. También colabora con ellos la asociación Baulo, quien imparte los talleres de música.
Si quieres saber cómo es el hospital de Piñor solo tienes que consultar el siguiente video.
Dentro del propio hospital hay dos apartamentos, tal y como se mostraba en las imágenes. Una oportunidad para algunos de los pacientes de poder ser más autónomos y contar con mayor privacidad cumpliendo siempre con la seguridad necesaria.
Algo destacable es que vive con ellos una acompañante muy especial, Alma. Ella es la sucesora de Menta y Curro, los primeros perros que estuvieron en un psiquiátrico en toda España, los cuales llegaron al sanatorio de Toén en el año 2008.
Ahora es el turno de Alma de quien habla la Dra. Gómez.