El silencio de la locura
Fachada exterior del Hospital psiquiátrico de Piñor. Imagen de: Carlos Bermello
Para comprender la evolución del tratamiento e instalaciones en el hospital psiquiátrico de Piñor y el contraste con el abandono del antiguo sanatorio de Toén es imprescindible ubicar ciertos momentos que marcaron estos últimos años.
Tumbonas en el balcón del antiguo sanatorio antituberculoso de Piñor (1950).
Imagen: cedida
Balcón del actual hospital psiquiátrico de Piñor al que solo pueden acceder los trabajadores (2024).
Imagen: Aroa Gutiérrez
Tras el cierre del psiquiátrico de Toén en el año 2012, los pacientes fueron trasladados al antiguo sanatorio antituberculoso de Piñor (Ourense), el cual fue adaptado para asumir esta acogida. Pero ¿qué historia le precede?
El sanatorio antituberculoso, el cual pertenecía al Patronato Nacional Antituberculoso, realizó su apertura en septiembre de 1949.
Situado en el ayuntamiento de Barbadás, a pocos kilómetros del centro de la ciudad, se levanta un edificio de tres plantas rodeado de pinos. Lo más llamativo de su arquitectura son las amplias y alargadas balconadas que parecen no tener fin, aunque prácticamente todos los centros destinados a tratar el bacilo de koch (causante de la tuberculosis) se caracterizaban por contar con estructuras muy similares.
Del bacilo de koch al tratamiento mental
Desde el alto en el que se encuentra se divisa la capital termal. Su ubicación, alejada del resto de la sociedad y los pinares de sus alrededores lo convirtieron en el lugar ideal para que los pacientes que sufrían esta enfermedad estuvieran en contacto con el aire puro.
Su primer director fue el Dr. Andrés Vivanco Bengoa y la asistencia estaba a cargo de La Congregación de las religiosas Franciscanas. Las estancias de los pacientes en los años 80 eran de una media de 175 días cuando actualmente tan solo serían de 11, tal y como explicaba el Dr. Pedro Marco en una entrevista al periódico La Región. Había pacientes que pasaban allí más de una década y la lucha con algunas familias por el regreso a sus casas era algo casi imposible.
Con el paso de los años se convierte en un hospital de medicina interna y rehabilitación, algo que no cambió hasta el 30 de junio de 2011.
Con el cierre de puertas en dicha fecha se llevaron a cabo una serie de reformas para adaptar sus instalaciones a los pacientes que albergarían a principios del año siguiente.
Hoy en día, los pacientes de psiquiatría comparten espacio con el servicio de rehabilitación física y con el 061, quien tiene allí la base de su helicóptero.
Entrevista al paciente de tuberculosis más antiguo del Sanatorio Antituberculoso de Piñor, en el año 1959. Entrevista realizada por el periodista A. Alonso del periódico La Región.